De la misma manera que no nos subimos a un avión sin saber cuál es su destino, no podemos dirigir un negocio sin fijar su rumbo. La estrategia en el liderazgo es una competencia clave y debe desarrollarse periódicamente y en diferentes niveles. Se trata de definir hacia dónde vamos, algo indispensable para avanzar en la dirección correcta.
Una de las principales observaciones que he podido hacer durante mis aprendizajes es que hay una clara falta de desarrollo de la competencia estratégica en los comités de dirección. Por un lado, se trabaja principalmente a nivel operativo, a partir de la resolución de los problemas que pueden surgir en el día a día. Por otro, hace falta un ejercicio dinámico de análisis estratégico: el mundo evoluciona y nosotros no podemos quedarnos estáticos. Si uno no pone atención, intención y foco sobre hacia dónde va a proyectar su negocio en el tiempo, es difícil que uno pueda moverse en la dirección correcta. Por eso, la estrategia, esta mirada visionaria de nuestra organización, es una competencia indispensable a desarrollar en el liderazgo.
¿Qué es la estrategia y por qué hay que darle más valor?
Tenemos una educación muy productiva. No solemos preguntarnos dónde queremos estar en 5 años ni cuál es la propuesta de valor diferencial que ofrecemos en nuestro negocio, ni qué relación ni qué canales vamos a establecer con los clientes. Establecemos una cultura de ir haciendo a medida que vamos construyendo, sin ver la organización más allá de las paredes internas. La estrategia no es otra cosa que tener una visión del negocio a medio-largo plazo. Si no sabes hacia dónde quieres ir, ¿cómo vas a prepararte para ello?
Un ejercicio dinámico de replanteamiento estratégico
Hay empresas que desarrollan planes estratégicos a 3-5 años vista, pero en ocasiones es imprescindible revisarlos antes de su vencimiento. En un mundo cambiante como el nuestro, este ejercicio debería hacerse anualmente: la evolución del mercado puede alterar nuestros objetivos antes de lo que hemos previsto. Debemos adaptarnos a los cambios, preverlos, y equilibrar el trabajo de hoy con quién queremos llegar a ser mañana.
Tener orientación estratégica significa cuestionar el modelo de negocio y ver si cubre las necesidades de nuestros clientes y de nuestros empleados. No es sólo preguntarse hacia dónde vamos, si no también cómo y para qué. Para saber si nos estamos acercando o alejando de nuestros objetivos, hay tres factores que nunca podemos perder de vista: Mercado, Talento y Estrategia.
Para conseguirlo, hay dos órganos con misiones muy claras:
- El Comité de Dirección define la estrategia y la ejecuta.
- El Consejo de Administración revisa la formulación estratégica y garantiza que la ejecución del negocio está alineada con esta mirada a largo plazo.
¿Cómo saber si tenemos la estrategia adecuada?
Si yo digo que quiero crecer en un determinado sector, tengo que saber si tengo los recursos necesarios para hacerlo. Si quiero renovarme, debo invertir en innovación. Pero, ¿cómo sé si la estrategia es la adecuada? A veces resulta muy difícil obtener una visión panorámica de nuestra organización para valorarlo.
El modelo CANVAS es un ejercicio muy sencillo que nos puede ayudar y que se puede llevar a cabo justo antes de definir los presupuestos anuales. Consiste en realizar una fotografía de la organización en 9 pasos, lo que nos ayuda a desafiar nuestra propia estrategia para ver si sigue siendo válida. Lo interesante de este ejercicio es hacerlo de manera participativa en el Comité de Dirección: debatimos sobre nuestro modelo de negocio, identificamos, definimos e integramos la estrategia. Y, además, la intención es que cada miembro salga de su rol habitual. Por ejemplo, muchas veces la estrategia no está bien comunicada, está solamente en la cabeza del CEO, y ésta es una manera de detectarlo.
El liderazgo para desarrollar la competencia estratégica
La estrategia conseguirá incrementar la propuesta de valor de nuestra empresa. Para asegurarnos su desarrollo, debemos establecer un proceso que sea:
- Articulado. Igual que estamos muy habituados a seguir la operativa, hay instrumentos y métodos para desarrollar la competencia estratégica en la compañía. El liderazgo de la organización debe favorecerlo.
- Participativo. Cada rol debe asumir la parte de su función, tanto en el Comité como en el Consejo. Debe haber un desarrollo colegiado de esta estrategia, poner a debate a toda la organización.
- Dinámico y ágil. Hacer seguimiento es igualmente importante. Se revisa, se reformula, se toman decisiones. Es un proceso vivo, lo que conlleva estar siempre atento para evolucionar.
- Holístico. Es un proceso en el que interviene toda la cadena de valor. No se trata de sumar planes, si no de integrarlos en uno solo.
Mi aprendizaje de la experiencia
Es muy fácil perder de vista nuestras metas. He podido observarlo en muchas ocasiones: los consejos de dirección se dejan llevar más por la operativa del día a día que por los objetivos a largo plazo. Eso hace que le sea mucho más difícil replantearse y definir una estrategia. Cuestionarnos es un challenge que debe acompañarnos siempre en el debate estratégico. ¿Hacia dónde vamos y para qué?
Otro error que suele cometerse es no saber integrar un proceso de cambio de este tipo en toda la organización. Debemos generar un debate constructivo y alinear la estrategia a todos los niveles. ¿Existen diferentes modelos de negocio en la organización? ¿Todos los miembros del consejo comparten un mismo objetivo? ¿Se ha comunicado correctamente?
El proceso estratégico y el proceso ejecutivo es un binomio que debe vivir en sintonía. No solo se trata de acertar con la estrategia si no conocer si es un buen momento para ejecutarla. ¿Debemos reorientar nuestro modelo? ¿Es el mejor momento para ello? ¿Es viable? ¿Tenemos los recursos para conseguirlo?
Cualquier transformación requiere estrategia. Es una competencia clave del liderazgo que deberíamos incorporar en nuestro ADN, tanto profesional como personal. ¿Está en la agenda de vuestros comités de dirección la construcción de la organización del futuro, hoy? ¿cómo es vuestro debate estratégico? Os ayudamos a trabajar un desarrollo efectivo de esta competencia de liderazgo.
Un abrazo,
Isabel Nogueroles