En el día a día de una empresa, no disponemos espacios donde parar y ver cómo va todo, en los que analizar qué deberíamos potenciar, porque funciona, y qué es mejor cambiar. Por eso, irse de retreat, es una práctica imprescindible para cualquier organización que quiera mejorar su manera de trabajar y forjar un equipo más efectivo.
¿Qué significa irse de retreat? Puede resultar algo tan sencillo como llevarse al equipo fuera de su entorno habitual. Pero es más que cambiar de lugar: es seguir trabajando desde otro escenario y con nuevas herramientas. Por eso, la salida debe tener un objetivo muy concreto y, al mismo tiempo, incorporar creatividad y diversión. Con un reatreat bien estructurado, mejoraremos tanto la productividad en equipo como la relación entre sus miembros.
¿Por qué el Comité de Dirección?
El Comité de Dirección es el órgano que se encarga de garantizar la viabilidad del negocio, facilitar el crecimiento, ejecutar el marco estratégico, favorecer la eficiencia y desarrollar el talento y el liderazgo en la empresa. Para ello, es imprescindible que tenga una visión global y que sepa trabajar conjuntamente para el bien de la empresa. Llevar a los miembros del Comité de retreat, nos va ayudar a intensificar esta relación y a coger perspectiva para definir dónde estamos y hacia dónde vamos, a poner foco y priorizar, a mejorar nuestro compromiso con nuestros stakeholders, y mucho más.
Uno puede considerar que en su organización todo está bien, por lo que no es necesario desarrollar acciones de este tipo. Por mi experiencia, recomendaría hacerlo igualmente: si se consigue un espacio participativo en el que todos los miembros tengan voz, se convierte una fuente de reflexión y de nuevas ideas, de celebración de éxitos y de feedback continuo, además de lo importante que es dotar a la organización de espacios y rituales propios. A finales/principios de año y a mediados del ejercicio suelen ser dos buenos momentos para plantearlo. Suele considerarse un muy buen punto de inflexión para seguir proyectando y creando la empresa que queremos y comenzar un nuevo ciclo.
Imprescindibles para garantizar el éxito del retreat
Es importante cambiar el entorno del equipo para romper las dinámicas establecidas, pero no podemos hacerlo de cualquier manera. Para el retreat, hay una serie de requisitos clave a tener en cuenta:
- Definir bien el objetivo. El objetivo puede variar mucho en función del momento en el que se encuentra la organización, por lo que es importante tener muy claro qué esperamos conseguir. Por ejemplo, puede haber mucha tensión en el equipo por no haber asumido los objetivos esperados, puede existir una desalineación con la estrategia o tal vez hay algún problema organizativo o de productividad. Por otro lado, también podemos reforzar las relaciones que funcionan o trabajar para mejorar aún más las sinergias, la autonomía, la confianza básica entre los equipos y entre sus miembros.
- Asegurar la participación de todos los miembros. Si quieres que una organización sea activa tiene que haber un compromiso por parte de todos. No se trata de un evento informativo, ni tampoco es una actividad de team building. Para garantizar el éxito del retreat tiene que haber una intención previa, la inclusión de todos los asistentes y un seguimiento posterior. Normalmente, previamente pedimos la perspectiva de los miembros sobre algunos temas. Con ello, podemos efectuar un primer diagnóstico que facilite un trabajo de reflexión con el equipo.
- Alinear diversión y trabajo. Si no equilibramos estos dos conceptos, no conseguiremos el impacto esperado entre los participantes: al día siguiente volverán a ser los mismos, en sus mismas sillas y con sus mismas rutinas. ¿Cómo lo alineamos? Una buena idea puede ser crear una historia que, metafóricamente, simbolice y resuma la experiencia que queremos crear en el retreat, ya sea sobre el futuro de la empresa o sobre cambios organizativos. Lo importante es que se incluya a todos los miembros y que todos sean partícipes. Utilizar un símil e invitar a co-crear nuestra propia historia, hace que los asistentes se sientan más cómodos, se relajen y sean ellos mismos. Ser creativo ayuda a despertar la lógica y la emoción, elementos claves para potenciar el liderazgo.
- Observación y diagnóstico. Durante la sesión y las actividades, es clave detectar los posibles síntomas a trabajar. Los resultados obtenidos nos pueden servir para redefinir la estrategia, para hacer un seguimiento de cómo ha ido el año, para diseñar los objetivos de un período concreto o para detectar y solventar actitudes tóxicas en el Comité. La meta, como decía, es trabajar la productividad y la relación y la complicidad del equipo.
Beneficios del retreat para el Comité de Dirección
¿Siempre se gana con el retreat? La respuesta es sí. Romper rutinas, ser creativos y trabajar con un objetivo claro y firme, no sólo nos permitirá definir un diagnóstico, si no que también obtendremos otras ventajas que son muy interesantes para el equipo directivo en este nuevo ciclo:
- Se gana en autoconocimiento. Los miembros del Comité se vuelven más conscientes y claros sobre cómo son, qué quieren y hacía dónde van.
- Se genera más compromiso para un cambio efectivo. Nos escuchamos y nos entendemos mucho más, lo que nos permite avanzar con más agilidad.
- Se proporcionan más herramientas para trabajar. El retreat nos ofrece nuevos recursos y competencias para conseguir los resultados esperados.
- Los debates se vuelven más estratégicos y cooperativos. Nos hacemos más preguntas y trabajamos conjuntamente, una función clave en el Comité.
- Se consigue una atención está más focalizada. Se detecta antes y mejor lo que realmente es importante tener en cuenta para la organización.
Mi aprendizaje de la experiencia
Bajo mi punto de vista y después de haber trabajado en diversas compañías, creo que toda organización debería irse de retreat, al menos, una vez al año; dos sería lo ideal. Y especialmente, el Comité de Dirección. Hay que tener en cuenta su preparación es muy importante: debemos fijar bien los objetivos que esperamos de productividad y relación. Para ello debemos recoger información previamente, fomentar la reflexión y utilizar alguna herramienta de diagnóstico que nos ayude a obtener mayor feedback.
Una herramienta que a mí me ha servido mucho para generar más impacto es crear de un story telling del retreat. La suma de emoción, reflexión y el mismo cuerpo, nos ayudan a potenciar el liderazgo. Por eso, combinar la parte de esfuerzo y análisis con la de divertirse, ofrece siempre más resultados. Se trata de trabajar sin dejar de pasárnoslo bien, no podemos caer en la monotonía. Eso sí, las reglas del juego se explican antes de entrar y deben respectarse: debemos generar un ambiente de confianza para todos.
Las actividades también nos ayudan a conocernos mejor y a ser más tolerantes los unos con los otros. A veces, en las empresas, no nos tratamos con suficiente profundidad y entran en juego los estereotipos. Hacer salir posibles conflictos nos facilita limar posibles asperezas y prejuicios. La empatía nos hace ganar en compañerismo y en productividad.
Tampoco olvidemos que el retreat generará unos outputs a tener en cuenta en el Comité de Dirección, como la revisión de los objetivos estratégicos, el desarrollo de planes de acción muy concretos o llevar a cabo las decisiones tomadas. Hay una serie de responsabilidades compartidas que es muy importante seguir una vez volvamos a la rutina. Eso sí, al haberlas trabajado en diferentes formatos, quedarán ancladas en la experiencia de cada participante.
Por último, recomiendo que se diseñe y ejecute desde fuera, con una persona externa a la empresa, para conseguir una perspectiva más objetiva que acompañe esta experiencia desafiante que nos ayudará a ampliar el potencial de este equipo.
¿Qué os parece? ¿os animáis a iros de retreat?
Un abrazo,
Isabel Nogueroles