Han sido 3 años y unas cuantas sesiones dentro del Programa de Desarrollo Directivo –Escuela de Liderazgo que organizó mi empresa y en el que he tenido la suerte de participar, en que Isabel nos ha hecho crecer, madurar, reír, compartir, experimentar y sobre todo nos ha dado algunas pautas para ser mejores gestores de equipos, mejores líderes, en definitiva.

A la vez, nos ha acompañado en unos cuantos cambios importantes dentro de nuestra organización (compra – venta, cambios de Dirección de la compañía) intentándonos guiar en todo momento en la incertidumbre y la tensión que estas situaciones generan en los equipos.

No es fácil ejercer un buen liderazgo, influyendo positivamente.  El secreto de ser un buen mánager no es una fórmula matemática: el primer eslabón es ser uno mismo, y reconocerse  (¿cómo soy yo?). Cada líder es único, como única es cada persona.  En segundo lugar, debes conocer a tus equipos, y adaptar ambos ejes combinando las necesidades  (¿qué puedo aportar? ¿qué necesitan los equipos de mí?).

Hay equipos que requieren más seguimiento, más tutelaje, más atención. Hay personas que les gusta la cercanía de sus mánagers. En cambio hay otros que les tienes que seguir y dejarles crear, y construir.

La vida profesional es un aprender constante y hay mucho de práctica  (Practice makes perfect®).

Las sesiones con Isabel han sido muy prácticas, basadas en casos reales, hecho que valoro como esencial : ponerse en situaciones (a veces) conflictivas, o de tensión, ver cómo reacciona cada uno, y luego sacar aprendizajes que te puedan guiar en situaciones futuras.

Gracias Isabel por tu profesionalidad, por contagiarme tu energía positiva sin fin, y por creer en cada uno de nosotros/as, empujándonos a sacar el mejor partido de nuestro trabajo, disfrutándolo!